domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Qué bello es vivir! (It’s a wonderful life)

FICHA TÉCNICA
Director: Frank Capra
Guión: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra
Actores principales: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore…
Año: 1946
Duración: 130 minutos


Sé que no es lo más original del mundo reseñar ¡Qué bello es vivir! el día de Navidad, pero como aún no había traído este gran clásico al blog, me ha parecido una buena oportunidad para hacerlo. Normalmente, paso la Nochebuena con mi madre. Como estamos las dos solas, no preparamos gran cosa para la cena, por lo que nos sobra mucho tiempo. Por eso, se me ocurrió que podíamos ver ¡Qué bello es vivir! a oscuras, a la luz de las velas y del árbol de Navidad, tumbadas en la alfombra. ¡Con lo que había echado yo de menos el espíritu navideño en el pueblo donde trabajo! Ayer me resarcí al fin.
George y Mary

Imagino que todos habéis visto esta película alguna vez, sobre todo en esta época del año. ¿No es genial ver crecer a George Bailey en el pequeño pueblo de Bedford falls viendo cómo ayuda a todo aquel que le rodea sin esperar nada a cambio?
La mascota de la familia

George Bailey (James Stewart) vive en Bedford falls, Nueva York, aunque siempre soñó con estudiar en la Universidad y después marcharse a ver mundo. Sin embargo, sus obligaciones hacia su familia y amigos le impidieron hacerlo. George no está resentido con ninguno de ellos y, además, es feliz con su mujer e hijos. Sin embargo, los negocios de su pequeño banco familiar se irán al traste cuando se pierde una importante suma de dinero. Los de ahí arriba no están dispuestos a dejar que George se hunda, por lo que envían a un ángel sin alas, Clarence, a la Tierra, para que demuestre a George lo importante que es para sus seres queridos.
Me encantaría tener uno de estos

James Stewart siempre será recordado por su interpretación de George Bailey. Hacia el final de la película, el actor transmite perfectamente la ilusión que se siente al darnos cuenta de la importancia que tienen la familia y los seres queridos en nuestras vidas. Y es que, a pesar de que las cosas vayan mal, nada es lo suficientemente malo si tienes a alguien con quien compartirlo. Frank Capra nos transmite, así, un mensaje muy directo y efectivo: no importa tener muchas riquezas, sino tener mucho amor que dar y recibir. Así, el avaro señor Potter jamás será un hombre feliz, porque es incapaz de ser bueno y ayudar a los demás con su dinero. George, por el contrario, es generoso y da lo poco que tiene a sus vecinos. Así, vemos cómo da sus ahorros para la luna de miel a los vecinos que se han quedado sin nada.
George Bailey con una de sus pequeñas

En un mundo donde las Navidades se han convertido en compromisos sociales y en grandes desembolsos en regalos que no queremos hacer, quiero reivindicar la belleza de unas Navidades tranquilas en familia, con la gente a la que de verdad quieres, sin despilfarros ni atracones. Y es que, a la luz de las pequeñas bombillas de un árbol navideño, con un bellísimo clásico como este yo también pienso ¡Qué bello es vivir!

Puntuación de la peli: 9,5

Felices fiestas a todos :)

Teresa

*** Ya no volveré a escribir hasta el nuevo año. Aprovecho para desearos una felicísima entrada de año y unas tranquilas y relajadas vacaciones. Por mi parte, pienso disfrutarlas con toda mi energía. ¡Ah! Hoy he cumplido 27 años :) ***

viernes, 23 de diciembre de 2011

Imágenes de cine #2

No es que Cary Grant sea mi actor favorito, pero ¿no tienen encanto estas imágenes?

Cary Grant en Con la muerte en los talones
Cary Grant e Ingrid Bergman en Encadenados. Tengo pendiente la reseña

Cary Grant y Grace Kelly en Atrapa a un ladrón
Cary Grant y Audrey Hepburn en Charada

Estoy enamorada de este abrigo de Givenchy que luce Audrey en  Charada

Me encantan todas estas películas, especialmente la última de ellas.

Besos y felices fiestas,
Teresa

***Quiero escribir un último post antes de irme unos días de viaje, con un tema navideño y, por supuesto, dedicado al cine ;) ***

domingo, 18 de diciembre de 2011

Divas rebeldes

AUTORA: Cristina Morató
EDITORIAL: DeBolsillo (Random House Mondadori)
VOLUMEN: 465 pp.
PRECIO: 12,95 €
ADQUIRIDO EN: Fnac (Sevilla). Octubre 2011
LEÍDO EN: Octubre-diciembre 2011
LIBRO RELACIONADO: Historias de mujeres de Rosa Montero 

Con este título tan característico de la prensa rosa, Cristina Morató nos acerca las biografías de siete mujeres del siglo XX conocidas universalmente: Maria Callas, Coco Chanel, Wallis Simpson, Eva Perón, Barbara Hutton, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy. Durante décadas estas mujeres ocuparon páginas y páginas de la prensa y se convirtieron en modelos que la gente imitaba sin cesar. Sin embargo, ninguna de ellas fue precisamente feliz, ya que sus tragedias personales las hicieron sentirse muy desgraciadas: Maria Callas jamás pudo casarse con el único hombre al que de verdad amó, Audrey Hepburn tuvo que renunciar a su sueño de ser bailarina porque la guerra le había robado la salud, Jackie Kennedy sufrió en primera persona un magnicidio que conmovió al mundo…

Hace varios meses leí Historias de mujeres, de Rosa Montero y, aunque nunca he sido muy aficionada a las biografías, estas breves historias me encantaron. Por eso, cuando vi publicado Divas rebeldes recordé lo mucho que había disfrutado con el libro de Rosa Montero y decidí comprarlo cuando saliera en bolsillo. Otro incentivo fue, además, la biografía de Audrey Hepburn, una de mis actrices favoritas.

Aunque, por lo general, prefiero las obras de ficción, no está mal cambiar de tercio de vez en cuando. No deja de sorprenderme que estas mujeres tuvieran vidas tan azarosas y, a la vez, tan profundamente infelices. Algunas de ellas, como Maria Callas y Coco Chanel, se avergonzaban de su pasado y trataban de ocultarlo a toda costa. Otras, como Audrey Hepburn, lo enterraban por razones distintas. Y otras, como Jackie Kennedy o Barbara Hutton, a pesar de haberse criado entre algodones, fueron niñas de mirada lánguida y triste.


Maria Callas fue la soprano más aclamada del mundo y su rostro es de sobra conocido por todos. Sin embargo, jamás fue feliz. Estaba acomplejada por su físico y se vio explotada por su familia durante su niñez para ser explotada y manipulada después por su marido. Cuando conoció a Aristóteles Onassis empezó por fin a vivir. Se pasaba el día de crucero y, en esta época afirmó: “No quiero cantar, quiero vivir.” Sin embargo, Onassis jamás se comprometió con la Callas y prefirió hacerlo con la “viuda de América”, Jackie Kennedy.


Coco Chanel, símbolo del glamour, fue, en cambio, una niña de origen humilde, que aprendió a coser en un orfanato. Sin embargo, su fuerte carácter la llevó a crear la firma de alta costura más conocida del mundo. En una época donde las mujeres se veían obligadas a llevar unos vestidos de lo más incómodo, Coco innovó la moda al hacerla cómoda y sencilla. Su frase más célebre fue: “La moda pasa, el estilo permanece.”


Wallis Simpson fue, quizás, la mujer más odiada de su época. Por su amor, el rey Eduardo VIII renunció al trono inglés. Sin embargo, Wallis afirmó: “No tienen ni idea de lo difícil y agotador que es representar toda una vida un gran amor.” Y es que Wallis no estaba de acuerdo con la abdicación del duque de Windsor y hubiera preferido ser su eterna amante.


Eva Perón fue una muchacha de origen humilde, cuyo sueño era llegar a ser una famosa actriz. Sin embargo, se convirtió en la mujer a la que toda Argentina amaba. Al casarse con el general Perón, asumió su papel en la vida pública y fue recorriendo los recovecos de su país para entablar relaciones con los más desfavorecidos. Por eso, cuando la enfermedad le arrancó la vida a Evita, toda Argentina le lloraría.


Barbara Hutton, la rica heredera, fue una mujer cuyos numerosos matrimonios jamás la hicieron feliz. Sus maridos, salvo Cary Grant, se aprovecharon de ella económicamente. Por ello, Barbara afirmaba: “Nadie me amará nunca. Por mi dinero sí pero no por mí misma. Estoy condenada a la soledad.” Para llenar esta soledad, la Hutton despilfarró su inmensa fortuna, causando un gran escándalo en la opinión pública.


Audrey Hepburn, la risueña actriz que saltó a la fama con Vacaciones en Roma, sufrió de lleno las consecuencias del holocausto. La desnutrición puso fin a su sueño de convertirse en bailarina profesional pero, a pesar de ello, la fortuna estaba del lado de Audrey. Su encanto la llevó a ser una de las actrices más queridas y valoradas de su época. Sin embargo, su mayor sueño era casarse y formar una familia. Sus hijos se convirtieron en su gran pasión y, por ellos, renunció al cine. En sus últimos años, Audrey llevó a cabo una gran labor humanitaria y confesó no encontrarse preparada para la realidad que observó en África.


Jackie Kennedy nació en un ambiente idílico, aunque pronto sufrió la separación de sus padres. Su sufrimiento no cesó al casarse con John Kennedy. A pesar de que ella lo apoyó en su carrera política, él no dejó de engañarla con numerosas amantes (entre ellas, Marilyn Monroe). El atentado ocurrido el 22 de noviembre de 1963 en Dallas marcó para siempre a Jackie, que se negó a convertirse en una eterna viuda. Por ello, se casó con Onassis, que le dio el tren de vida que ella necesitaba.

Con un estilo conciso, Cristina Morató nos permite conocer la apasionante historia de estas famosísimas mujeres, que siguen siendo iconos de la moda, la música o el cine.

Un libro muy recomendable, aunque no seáis fanáticos del género biográfico.

Mi puntuación: 8,5

Besos,
Teresa

***No suelo releer, pero he decidido volver a leer El guardián entre el centeno, uno de mis libros favoritos. Tengo muchas reseñas pendientes de las últimas películas que he visto. Cuando saque tiempo, las escribiré.***

domingo, 11 de diciembre de 2011

Imágenes de cine

Por si alguien dudaba de que el cine fuese el séptimo arte, os traigo unas imágenes de algunas películas clásicas que me parecen maravillosas. Las he encontrado en www.doctormacro.com

Audrey Hepburn y George Peppard en Desayuno con diamantes

Audrey Hepburn y Gregory Peck en un descanso del rodaje de Vacaciones en Roma

Gene Kelly y Donald O'Connor en Cantando bajo la lluvia

Hitchcock con Janet Leigh en Psicosis

Gregory Peck en Matar a un ruiseñor

Grace Kelly y James Stewart en La ventana indiscreta

William Holden y Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses

¿No es precioso este cartel japonés de Cantando bajo la lluvia?


¿Habéis visto estas películas? Espero que sí :)

Besos,

Teresa