domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Qué bello es vivir! (It’s a wonderful life)

FICHA TÉCNICA
Director: Frank Capra
Guión: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra
Actores principales: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore…
Año: 1946
Duración: 130 minutos


Sé que no es lo más original del mundo reseñar ¡Qué bello es vivir! el día de Navidad, pero como aún no había traído este gran clásico al blog, me ha parecido una buena oportunidad para hacerlo. Normalmente, paso la Nochebuena con mi madre. Como estamos las dos solas, no preparamos gran cosa para la cena, por lo que nos sobra mucho tiempo. Por eso, se me ocurrió que podíamos ver ¡Qué bello es vivir! a oscuras, a la luz de las velas y del árbol de Navidad, tumbadas en la alfombra. ¡Con lo que había echado yo de menos el espíritu navideño en el pueblo donde trabajo! Ayer me resarcí al fin.
George y Mary

Imagino que todos habéis visto esta película alguna vez, sobre todo en esta época del año. ¿No es genial ver crecer a George Bailey en el pequeño pueblo de Bedford falls viendo cómo ayuda a todo aquel que le rodea sin esperar nada a cambio?
La mascota de la familia

George Bailey (James Stewart) vive en Bedford falls, Nueva York, aunque siempre soñó con estudiar en la Universidad y después marcharse a ver mundo. Sin embargo, sus obligaciones hacia su familia y amigos le impidieron hacerlo. George no está resentido con ninguno de ellos y, además, es feliz con su mujer e hijos. Sin embargo, los negocios de su pequeño banco familiar se irán al traste cuando se pierde una importante suma de dinero. Los de ahí arriba no están dispuestos a dejar que George se hunda, por lo que envían a un ángel sin alas, Clarence, a la Tierra, para que demuestre a George lo importante que es para sus seres queridos.
Me encantaría tener uno de estos

James Stewart siempre será recordado por su interpretación de George Bailey. Hacia el final de la película, el actor transmite perfectamente la ilusión que se siente al darnos cuenta de la importancia que tienen la familia y los seres queridos en nuestras vidas. Y es que, a pesar de que las cosas vayan mal, nada es lo suficientemente malo si tienes a alguien con quien compartirlo. Frank Capra nos transmite, así, un mensaje muy directo y efectivo: no importa tener muchas riquezas, sino tener mucho amor que dar y recibir. Así, el avaro señor Potter jamás será un hombre feliz, porque es incapaz de ser bueno y ayudar a los demás con su dinero. George, por el contrario, es generoso y da lo poco que tiene a sus vecinos. Así, vemos cómo da sus ahorros para la luna de miel a los vecinos que se han quedado sin nada.
George Bailey con una de sus pequeñas

En un mundo donde las Navidades se han convertido en compromisos sociales y en grandes desembolsos en regalos que no queremos hacer, quiero reivindicar la belleza de unas Navidades tranquilas en familia, con la gente a la que de verdad quieres, sin despilfarros ni atracones. Y es que, a la luz de las pequeñas bombillas de un árbol navideño, con un bellísimo clásico como este yo también pienso ¡Qué bello es vivir!

Puntuación de la peli: 9,5

Felices fiestas a todos :)

Teresa

*** Ya no volveré a escribir hasta el nuevo año. Aprovecho para desearos una felicísima entrada de año y unas tranquilas y relajadas vacaciones. Por mi parte, pienso disfrutarlas con toda mi energía. ¡Ah! Hoy he cumplido 27 años :) ***

viernes, 23 de diciembre de 2011

Imágenes de cine #2

No es que Cary Grant sea mi actor favorito, pero ¿no tienen encanto estas imágenes?

Cary Grant en Con la muerte en los talones
Cary Grant e Ingrid Bergman en Encadenados. Tengo pendiente la reseña

Cary Grant y Grace Kelly en Atrapa a un ladrón
Cary Grant y Audrey Hepburn en Charada

Estoy enamorada de este abrigo de Givenchy que luce Audrey en  Charada

Me encantan todas estas películas, especialmente la última de ellas.

Besos y felices fiestas,
Teresa

***Quiero escribir un último post antes de irme unos días de viaje, con un tema navideño y, por supuesto, dedicado al cine ;) ***

domingo, 18 de diciembre de 2011

Divas rebeldes

AUTORA: Cristina Morató
EDITORIAL: DeBolsillo (Random House Mondadori)
VOLUMEN: 465 pp.
PRECIO: 12,95 €
ADQUIRIDO EN: Fnac (Sevilla). Octubre 2011
LEÍDO EN: Octubre-diciembre 2011
LIBRO RELACIONADO: Historias de mujeres de Rosa Montero 

Con este título tan característico de la prensa rosa, Cristina Morató nos acerca las biografías de siete mujeres del siglo XX conocidas universalmente: Maria Callas, Coco Chanel, Wallis Simpson, Eva Perón, Barbara Hutton, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy. Durante décadas estas mujeres ocuparon páginas y páginas de la prensa y se convirtieron en modelos que la gente imitaba sin cesar. Sin embargo, ninguna de ellas fue precisamente feliz, ya que sus tragedias personales las hicieron sentirse muy desgraciadas: Maria Callas jamás pudo casarse con el único hombre al que de verdad amó, Audrey Hepburn tuvo que renunciar a su sueño de ser bailarina porque la guerra le había robado la salud, Jackie Kennedy sufrió en primera persona un magnicidio que conmovió al mundo…

Hace varios meses leí Historias de mujeres, de Rosa Montero y, aunque nunca he sido muy aficionada a las biografías, estas breves historias me encantaron. Por eso, cuando vi publicado Divas rebeldes recordé lo mucho que había disfrutado con el libro de Rosa Montero y decidí comprarlo cuando saliera en bolsillo. Otro incentivo fue, además, la biografía de Audrey Hepburn, una de mis actrices favoritas.

Aunque, por lo general, prefiero las obras de ficción, no está mal cambiar de tercio de vez en cuando. No deja de sorprenderme que estas mujeres tuvieran vidas tan azarosas y, a la vez, tan profundamente infelices. Algunas de ellas, como Maria Callas y Coco Chanel, se avergonzaban de su pasado y trataban de ocultarlo a toda costa. Otras, como Audrey Hepburn, lo enterraban por razones distintas. Y otras, como Jackie Kennedy o Barbara Hutton, a pesar de haberse criado entre algodones, fueron niñas de mirada lánguida y triste.


Maria Callas fue la soprano más aclamada del mundo y su rostro es de sobra conocido por todos. Sin embargo, jamás fue feliz. Estaba acomplejada por su físico y se vio explotada por su familia durante su niñez para ser explotada y manipulada después por su marido. Cuando conoció a Aristóteles Onassis empezó por fin a vivir. Se pasaba el día de crucero y, en esta época afirmó: “No quiero cantar, quiero vivir.” Sin embargo, Onassis jamás se comprometió con la Callas y prefirió hacerlo con la “viuda de América”, Jackie Kennedy.


Coco Chanel, símbolo del glamour, fue, en cambio, una niña de origen humilde, que aprendió a coser en un orfanato. Sin embargo, su fuerte carácter la llevó a crear la firma de alta costura más conocida del mundo. En una época donde las mujeres se veían obligadas a llevar unos vestidos de lo más incómodo, Coco innovó la moda al hacerla cómoda y sencilla. Su frase más célebre fue: “La moda pasa, el estilo permanece.”


Wallis Simpson fue, quizás, la mujer más odiada de su época. Por su amor, el rey Eduardo VIII renunció al trono inglés. Sin embargo, Wallis afirmó: “No tienen ni idea de lo difícil y agotador que es representar toda una vida un gran amor.” Y es que Wallis no estaba de acuerdo con la abdicación del duque de Windsor y hubiera preferido ser su eterna amante.


Eva Perón fue una muchacha de origen humilde, cuyo sueño era llegar a ser una famosa actriz. Sin embargo, se convirtió en la mujer a la que toda Argentina amaba. Al casarse con el general Perón, asumió su papel en la vida pública y fue recorriendo los recovecos de su país para entablar relaciones con los más desfavorecidos. Por eso, cuando la enfermedad le arrancó la vida a Evita, toda Argentina le lloraría.


Barbara Hutton, la rica heredera, fue una mujer cuyos numerosos matrimonios jamás la hicieron feliz. Sus maridos, salvo Cary Grant, se aprovecharon de ella económicamente. Por ello, Barbara afirmaba: “Nadie me amará nunca. Por mi dinero sí pero no por mí misma. Estoy condenada a la soledad.” Para llenar esta soledad, la Hutton despilfarró su inmensa fortuna, causando un gran escándalo en la opinión pública.


Audrey Hepburn, la risueña actriz que saltó a la fama con Vacaciones en Roma, sufrió de lleno las consecuencias del holocausto. La desnutrición puso fin a su sueño de convertirse en bailarina profesional pero, a pesar de ello, la fortuna estaba del lado de Audrey. Su encanto la llevó a ser una de las actrices más queridas y valoradas de su época. Sin embargo, su mayor sueño era casarse y formar una familia. Sus hijos se convirtieron en su gran pasión y, por ellos, renunció al cine. En sus últimos años, Audrey llevó a cabo una gran labor humanitaria y confesó no encontrarse preparada para la realidad que observó en África.


Jackie Kennedy nació en un ambiente idílico, aunque pronto sufrió la separación de sus padres. Su sufrimiento no cesó al casarse con John Kennedy. A pesar de que ella lo apoyó en su carrera política, él no dejó de engañarla con numerosas amantes (entre ellas, Marilyn Monroe). El atentado ocurrido el 22 de noviembre de 1963 en Dallas marcó para siempre a Jackie, que se negó a convertirse en una eterna viuda. Por ello, se casó con Onassis, que le dio el tren de vida que ella necesitaba.

Con un estilo conciso, Cristina Morató nos permite conocer la apasionante historia de estas famosísimas mujeres, que siguen siendo iconos de la moda, la música o el cine.

Un libro muy recomendable, aunque no seáis fanáticos del género biográfico.

Mi puntuación: 8,5

Besos,
Teresa

***No suelo releer, pero he decidido volver a leer El guardián entre el centeno, uno de mis libros favoritos. Tengo muchas reseñas pendientes de las últimas películas que he visto. Cuando saque tiempo, las escribiré.***

domingo, 11 de diciembre de 2011

Imágenes de cine

Por si alguien dudaba de que el cine fuese el séptimo arte, os traigo unas imágenes de algunas películas clásicas que me parecen maravillosas. Las he encontrado en www.doctormacro.com

Audrey Hepburn y George Peppard en Desayuno con diamantes

Audrey Hepburn y Gregory Peck en un descanso del rodaje de Vacaciones en Roma

Gene Kelly y Donald O'Connor en Cantando bajo la lluvia

Hitchcock con Janet Leigh en Psicosis

Gregory Peck en Matar a un ruiseñor

Grace Kelly y James Stewart en La ventana indiscreta

William Holden y Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses

¿No es precioso este cartel japonés de Cantando bajo la lluvia?


¿Habéis visto estas películas? Espero que sí :)

Besos,

Teresa




viernes, 18 de noviembre de 2011

Un poema para el fin de semana #5


Siguiendo con la línea de poetas barrocos que inicié con Lope la última vez, traigo un soneto de Quevedo titulado Amor más allá de la muerte. El contraste entre sus poemas satíricos y sus finísimos poemas de amor es sorprendente. En este, el autor muestra su idea del amor: debe ser tan puro que pueda perdurar más allá de la muerte.



Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;

mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas, que humor a tanto fuego han dado,
médulas, que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

¡Feliz fin de semana!
Besos,
Teresa

domingo, 6 de noviembre de 2011

El apartamento (The apartment)

FICHA TÉCNICA
Director: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder – I.A.L. Diamond
Actores principales: Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray…
Año: 1960
Duración: 125 minutos

Why do people have to love people anyway? 
Con más retraso del habitual (y del que me gustaría) traigo la reseña de El apartamento, de Billy Wilder. Esta es la tercera película que me propuse ver (mejor dicho, volver a ver) para mi monográfico del mes de octubre. Aunque la vi hace más de dos semanas, no me he puesto a escribir sobre ella hasta ahora. Estos días, con el puente de por medio, han sido bastante ajetreados. Me he ido de viaje cuatro días y eso ha hecho que se me retrase todo el trabajo que ya tenía pendiente. Así que, desde que volví, he tenido que ponerme al día. Aún me falta un poco, pero esta semana que entra espero estar más tranquila. Sin más dilación, paso a hablaros de El apartamento.

El apartamento y Rebecca fueron las primeras películas clásicas que vi. Qué diferentes, ¿verdad? Pero qué buenas ambas. Más tarde les seguirían Vértigo, Psicosis y muchas otras de Hitchcock. Sin embargo, mi afición por Wilder tardó un pelín más en surgir. A pesar de ello, creo que nunca he disfrutado tanto con una comedia como con las de Wilder (además, claro, de mi adorado Woody Allen).
Una noche fría y lluviosa en la que Baxter no puede subir a casa

En El apartamento, Wilder nos presenta a C.C. Baxter (Jack Lemmon), un hombre soltero y empleado de una compañía de seguros de Nueva York, que busca con ansiedad un ascenso. Aunque es trabajador y eficiente, sus jefes no lo valoran por su trabajo, sino por cierto servicio que les presta. Así, Baxter les ofrece su apartamento para que tengan en él sus encuentros extramatrimoniales. La vida relativamente tranquila del protagonista cambia cuando descubre que la señorita Fran Kubelik (Shirley MacLaine), ascensorista del edificio de la que está enamorado hasta la médula, es la amante del señor Sheldrake (Fred MacMurray), uno de los jefazos de la empresa.
El señor Sheldrake le pide a Baxter la llave de su apartamento

Siempre es difícil hablar de un clásico del cine y, más aún, cuando es una de tus películas favoritas. Me sucedió cuando hice la reseña de Matar a un ruiseñor y me pasa con El apartamento. Cuesta expresar con palabras el encanto de esta película y transmitir a los que aún no la hayan visto cuán necesario es que lo hagan. El apartamento es un clásico de la historia del cine, y no porque la rodara Billy Wilder o la protagonizara Jack Lemmon, sino porque es un punto de referencia para el género de la comedia. ¿Quién ha podido olvidar esa maravillosa escena en la que Lemmon se escurre sus spaghetti con una raqueta de tenis mientras canta?
Genial Lemmon

Los personajes protagonistas, C.C. Baxter y Fran Kubelik, son cándidos, dulces y sienten una gran necesidad de ser amados, lo que los lleva a situaciones un tanto peculiares. Antes de ser Irma, Shirley MacLaine interpretó a la encantadora señorita Kubelik, una ascensorista joven e ingenua que se enamora de un hombre egoísta, que no pretende nada más de ella que una mera aventura. C.C. Baxter, obsesionado por alcanzar el éxito profesional, no sabe cuánto pueden llegar a sufrir las amantes de sus jefes, hasta que descubre quién es la mujer a la que Sheldrake lleva a su apartamento. Este descubrimiento, junto a su amor por la ascensorista, llevarán a C.C. Baxter a luchar por su dignidad y a no dejarse comprar por sus jefes.
Baxter le pide una cita a la señorita Kubelik

El guión está magníficamente construido. Tras Con faldas y a lo loco, I.A.L. Diamond colaboró de nuevo con Billy Wilder para llevar a cabo esta magnífica película. El director de El apartamento tenía en mente hacer una comedia sobre este tema desde hacía mucho tiempo, pero el moralista Código Hays impedía llevar a la pantalla determinados temas, entre ellos, el adulterio, especialmente si se trataba de una forma tan abierta como en este film. Se cuenta que Wilder y Diamond también tomaron como referencia un escándalo hollywoodiense: el productor Walter Wanger disparó al agente Jennings Lang al enterarse de que tenía una aventura con su mujer, Joan Bennett. Al parecer, Lang utilizaba el apartamento de un empleado para sus escarceos amorosos.

Aunque la película tuvo un gran éxito, no estuvo exenta de ciertas críticas. Evidentemente, en la sociedad americana de principios de los sesenta, el tema del adulterio no estaba demasiado bien visto.

Como siempre, me gusta dejar un vídeo con la banda sonora de la película que comento. El tema principal de la película tuvo como título original Jealous Lover y fue compuesto en 1949 por Charles Williams. Yo os dejo esta versión.


Espero que todo el mundo se anime a ver o a volver a ver El apartamento. Creo que es perfecta para una de esas tardes-noches de fin de semana de otoño o invierno, sobre todo, si estás acompañado de una buena manta y tu aperitivo favorito ;)

Mi puntuación: 10

Besos,
Teresa

***Cuando tenga un poco de tiempo publicaré la reseña de En bandeja de plata. Este mes publicaré cosas sueltas en el blog, sin atarme a un tema concreto. Estoy entusiasmada con la lectura de Divas Rebeldes, aunque no saco demasiado tiempo para leer. Cada vez me gusta más el género biográfico, especialmente cuando se trata de la historia de mujeres de tanta personalidad como las que nos trae Cristina Morató. Ya os contaré más cuando lo termine. Tengo la intención de ver Niágara dentro de poco, ya que el comentario que me hizo Carol sobre esta película me dejó con muchas ganas.***

domingo, 23 de octubre de 2011

La casa de Riverton (The house at Riverton / The shifting fog)

AUTORA: Kate Morton
EDITORIAL: Punto de Lectura (Santillana)
VOLUMEN: 516 pp.
PRECIO: 10,95 €
ADQUIRIDO EN: Fnac (Sevilla). Septiembre 2011
LEÍDO EN: septiembre-octubre 2011
OTROS:El jardín olvidadoLas horas distantes


Este fin de semana he podido terminar La casa de Riverton. Una vez más vuelve a pasarme que disipo mucho la lectura de un libro por falta de tiempo. De todas formas, eso no ha sido un impedimento demasiado grande para disfrutar de la novela, puesto que no he llegado a perder el hilo en ningún momento. No me digáis que no tiene buena pinta con el comienzo de este primer capítulo (las dos primeras frases me recuerdan a Rebecca. Cambiad Riverton por Manderley, jeje):

El pasado noviembre tuve una pesadilla. Estaba en el año 1924 y me encontraba nuevamente en Riverton. Todas las puertas estaban abiertas de par en par, la brisa del verano hacía flamear las cortinas de seda. En lo alto de la colina, bajo un antiguo arce, había una orquesta de la que llegaba la cadenciosa música de los violines. Las risas y el entrechocar de los vasos resonaban en el aire y el azul del cielo era de aquellos de los que pensábamos que la guerra había destruido para siempre. Un lacayo, con su elegante uniforme blanco y negro, vertía champán desde lo alto de una torre de copas de cristal y todos aplaudían, disfrutando del espléndido derroche.

En su primera novela, la australiana Kate Morton nos presenta a Grace Bradley, una anciana nonagenaria que recibe la visita de la directora de cine Ursula Ryan. Esta va a rodar una película sobre el suicidio del joven poeta Robbie Hunter, acaecido en la mansión de Riverton en el año 1924. Para ello le será muy útil la opinión de Grace, que trabajó allí como doncella de la familia Hartford, sus propietarios. Así, hacia el final de sus días Grace recordará cómo fueron aquellos años marcados por la Gran Guerra, pero también por el eterno afecto hacia las señoritas Hartford, Hannah y Emmeline.

La novela alterna breves tramos del presente con la historia del pasado y juventud de Grace. Conoceremos así a los tres hermanos Hartford: David, Hannah y Emmeline, así como a su padre Frederick, viudo y sin intención de volver a amar. Del mismo modo, Grace nos presenta a sus compañeros del servicio: el imponente señor Hamilton, la eficiente señora Townsend, la inocente Katie, su compañera de cuarto Myra pero, sobre todo, a Alfred… su Alfred.

La autora, Kate Morton

Al empezar a leer la novela sabemos que un joven poeta se suicida en el lago de la mansión durante una fiesta. Pero ¿quién es este joven? ¿Qué relación tiene con la familia Hartford? ¿Por qué su muerte hace que todo cambie tanto? ¿Qué pasa por la cabeza de Grace que le impide hablar sobre lo que ocurrió aquella aciaga noche?

Todos estos enigmas se nos plantean desde un primer momento y, para resolverlos, tendremos que llegar a las últimas páginas. Pero eso no será complicado, ya que iremos de la mano de la joven doncella Grace, que nos descubrirá los recovecos de la mansión de Riverton: el cuarto de los niños, la fastuosa biblioteca, la fuente de Cupido y Psique… Encontraremos en la figura de Hannah a una joven muy inusual para su época y posición social. Se niega a ser simplemente una esposa y desea viajar por el mundo para vivir innumerables aventuras. Creo que es fácil identificarse con este personaje, aunque en ocasiones pueda parecer demasiado testaruda y caprichosa.

Otro de los alicientes del libro, en mi opinión, es su trasfondo histórico, que está bastante bien conseguido. Se hacen muchas referencias a acontecimientos de la época y también a personajes del mundo de la literatura (James Joyce, Agatha Christie…) Ya habré dicho alguna vez que me atrae mucho la época de los años veinte y eso, para mí, es un punto a favor en esta novela.

Por último, tengo que decir que hacía tiempo que no me emocionaba tanto el final de una novela. Me ha rondado por la cabeza todo el día… y eso es buena señal. La verdad es que pensaba que el libro iba a ser entretenido sin más, pero me ha sorprendido para bien.

Para resumir, me gustaría recomendaros su lectura, ya que es una obra amena y la historia que narra – aunque a veces se haga un pelín larga – está llena de todos esos elementos que hacen que una novela merezca la pena: amor, desengaño, dolor, pasión, muerte y, sobre todo, suspense. En cuanto pueda me compro la siguiente novela de Kate Morton, El jardín olvidado.

Mi puntuación: 8,5

Besos,
Teresa 

viernes, 21 de octubre de 2011

Un poema para el fin de semana #4

Hace un par de semanas que no he podido o no me he acordado de poner entradas con poemas. Estos días he estado leyendo sobre Lope de Vega, uno de los grandes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español. Además de tener una vida sentimental de lo más activa, su producción teatral es inmensa. Eso me ha recordado lo mucho que me gustaría leer (o releer) algunas obras teatrales del autor, ya que hace mucho que no leo nada de este género.

Uno de mis poemas de amor favoritos de todos los tiempos es este soneto que os traigo hoy. Espero que os guste.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega

¡Feliz fin de semana!

***Últimamente he podido leer un poco, así que en breve escribiré la reseña de mi última lectura. A pesar de disponer de poco tiempo para leer no he podido evitar comprar un libro nuevo: Divas rebeldes, de Cristina Morató. Si no lo había hecho antes era porque no estaba en bolsillo (no suelo comprarme nada que no sea de este formato). Estoy segura de que me encantará leer estas biografías de mujeres influyentes en el cine, en la historia o en la moda. Este verano disfruté muchísimo con una biografía sobre Audrey Hepburn.***

viernes, 14 de octubre de 2011

Irma la dulce (Irma la douce)

FICHA TÉCNICA
Director: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder – I.A.L. Diamond (teatro: Alexandre Breffort)
Actores principales: Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Lou Jacobi, Bruce Yarnell…
Año: 1963 
Duración: 142 minutos

Continúo con el monográfico de Billy Wilder y Jack Lemmon. Seguramente, Irma la dulce no es tan conocida como Con faldas y a lo loco o El apartamento, pero no tiene nada que envidiar a ninguna de las otras.

En esta película, basada en un teatro musical francés, Billy Wilder nos presenta a Irma (Shirley MacLaine), una prostituta que trabaja en el barrio parisino de Les Halles, junto al mercado de abastos. Un buen día aparece por el barrio un ingenuo oficial de policía, Nestor Patou (Jack Lemmon), que se escandaliza al ver cómo las prostitutas campan a sus anchas por la zona. Ni corto ni perezoso, organiza una redada y detiene a prostitutas y clientes. Sin embargo, esto le cuesta el despido, ya que el comisario se encuentra entre los clientes. Patou vuelve a Les Halles y se topa con Irma, a la que salva de la brutalidad de su “chulo”. Ella, agradecida, le invita a su casa. Entonces entablarán una relación muy especial.
La presentación de la protagonista

Billy Wilder nos ofrece en Irma la dulce un clásico de la comedia romántica. A pesar de la temática, que a priori puede parecer poco propensa a la comedia, el guión y, especialmente, los actores, logran crear una dulce y alegre historia de amor en circunstancias adversas. Irma, interpretada magníficamente por Shirley MacLaine, ha aprendido a ganarse la vida engatusando a los hombres pero, al conocer a Patou y ver que él la trata bien, decide darlo todo por esta relación. Por su parte, el ex oficial de policía no se encuentra del todo cómodo sabiendo lo que tiene que hacer su chica para mantenerlo y decide tomar cartas en el asunto. Así, decide ponerse a trabajar a espaldas de ella, privándose de sus horas de sueño y casi de su alma… y todo porque desea que Irma sea únicamente suya.
Patou se enfada por las bromas de las prostitutas

De las cuatro películas que voy a reseñar este mes, Irma la dulce es la única que fue filmada en technicolor. Hacía tiempo que no veía una película clásica que no estuviese en blanco y negro (últimamente tampoco tengo demasiado tiempo libre) y es agradable poder ver el color en el cine y cómo se juega con él. Una de las características de Irma es que siempre va vestida de verde: su lazo del pelo, sus medias e, incluso, su ropa interior son verdes. Y, por supuesto, el lazo de su perrita J
Patou muestra su "otra cara" a Irma

Una de las cosas que más me gustan de la película es que, a pesar de estar rodada en escenarios, llegas a creer que estás en ese París de los bajos fondos. Los pocos escenarios no se llegan a hacer repetitivos, ya que el guión suple con creces la falta de escenas de exteriores. El bar donde van a relajarse los “chulos” y las prostitutas del barrio es el lugar donde confluyen todos los personajes de la película y en él suceden algunas de las escenas o frases más cómicas. Así, el dueño del bar tiene siempre anécdotas inverosímiles que deja a medio contar (“Pero eso es otra historia…”) y, muchas veces, se ve obligado a mediar en las peleas utilizando su sifón y echando agua a todo aquel que queda “atontado” tras recibir un buen puñetazo.
Sifonazo

La banda sonora, por otro lado, es estupenda. Desprende mucha comicidad y, nada más empezar la peli, la música ya te saca una sonrisa. A continuación, por cortesía de Youtube, pongo un vídeo con la banda sonora original.

Si no habéis visto todavía este clásico del cine, os lo recomiendo encarecidamente y, mejor aún, en versión original.

Mi puntuación: 9

Besos,
Teresa

***Me está costando mucho trabajo sacar tiempo para leer últimamente. Estoy muy agobiada con el trabajo, porque todo es nuevo para mí y además soy muy perfeccionista. Me gusta llevarlo todo bien preparado y, por eso, saco poco tiempo para mí misma. Creo que estos meses están siendo los menos lectores de mi vida y me siento fatal por ello (porque me apetece mucho, pero antepongo mil cosas a la lectura). Tengo La casa de Riverton casi por terminar y me está gustando mucho. A ver si en una semana o dos puedo poner la reseña.***

domingo, 9 de octubre de 2011

Con faldas y a lo loco (Some like it hot)

FICHA TÉCNICA
Director: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder – I.A.L. Diamond
Actores principales: Jack Lemmon, Tony Curtis, Marilyn Monroe, George Raft, Pat O’Brien…
Año: 1959 
Duración: 120 minutos

La primera película que voy a comentar para el monográfico de este mes es Con faldas y a lo loco. Tengo que admitir que vi esta película por primera vez hace relativamente poco, a pesar de ser conocidísima. La verdad es que no me llamaba la atención con ese título y, precisamente, por ser tan conocida pensaba: “No hay prisa, ya le llegará el turno”. Tras verla por primera vez me di cuenta de que era una pena no haberla visto antes, porque es divertidísima. No es para reír a carcajadas, pero sí te mantiene con una sonrisa (también es cierto que a mí me cuesta muchísimo reír cuando veo una película).
Joe y Jerry en un club clandestino

Con faldas y a lo loco comienza en Chicago, en plena época de la ley seca. Tiene como protagonistas a Joe (Tony Curtis) y a Jerry (Jack Lemmon), dos músicos de poca monta que presencian un ajuste de cuentas entre dos mafiosos. Se libran por los pelos de que les acribillen a balazos y la única salida que ven al lío en que andan metidos es unirse a una banda de chicas que se dirige a Florida. Así, Joe y Jerry se harán pasar por Josephine y Daphne y acabarán rendidos ante los encantos de la cantante de la banda, Sugar Kane (Marilyn Monroe).
Josephine y Daphne a punto de iniciar su gira

Con un argumento muy simple y bastante inverosímil, Billy Wilder nos ofrece una comedia en estado puro. El guión está lleno de frases ingeniosas (como la archiconocida Nadie es perfecto) y de referencias a la época que retrata: la muerte de Valentino, la crisis económica, la corrupción producida por la ley seca… Además, la película cuenta con dos grandes protagonistas, Lemmon y Curtis, que consiguen sacarte siempre una sonrisa con sus intentos desesperados por seducir a Marilyn. Ella, por su parte, hace bien su papel de chica con poco mundo, ingenua y enamoradiza.  Aunque no soy una gran fan de Marilyn y creo que esta es la única película que he visto en la que sale ella, me da la sensación de que su papel es siempre el mismo. Me gusta ver que los actores no están encasillados. Por eso me sorprendió gratamente ver a Jack Lemmon en Días de vino y rosas, donde hace un papel dramático impecable.
Joe intenta ganarse a Sugar haciéndose pasar por rico

Sobra decir que Con faldas y a lo loco es una de las mejores comedias de todos los tiempos, ubicada en los primeros números de varias listas. Y no es de extrañar. Ya no se hacen comedias de este tipo (al menos yo no las he visto): ligeras, inocentes, con el toque justo de humor y con mucha candidez. No importa si se trata el tema de los gángsters: nunca se mostrará violencia demasiado explícita ni a mafiosos muy crueles e inteligentes. Estos cometerán errores que provocarán situaciones de lo más atípicas e hilarantes.
Me encanta este fotograma

En cuanto a la banda sonora, en una de las actuaciones de la banda de chicas, podemos ver a Marilyn cantando I wanna be loved by you, una de las canciones que popularizó y, en mi opinión, un icono cultural. La actriz se convertiría así en el arquetipo de mujer exuberante y con curvas que gustaba tanto en la época… y que sigue gustando. No hay más que ver el éxito de Scarlett Johansson. Os dejo aquí el vídeo de la interpretación de Marilyn durante la película.


Por último, me gustaría mencionar una curiosidad sobre la peli. Aunque, en principio, se pensó en rodarla en color, se decidió hacerlo en blanco y negro para disimular la gran cantidad de maquillaje que debían llegar Curtis y Lemmon en sus caracterizaciones como personajes femeninos.

En definitiva, quiero recomendar esta película a todos, tanto a los que la han visto como a los que no lo han hecho aún. Creo que merece la pena verla más de una vez, porque a mí no ha llegado a aburrirme, a pesar de que me encuentro en un momento en el que ando baja de concentración y escasa de tiempo y horas de sueño. Así que anímate. Lemmon, Curtis y Monroe pueden llevarte a pasar un buen rato, sin más intención que sacarte una sonrisa.

Mi puntuación: 9

Besos,
Teresa